♥ ¿Qué ves? ♥ m&a: El mundo naco

Hoy quiero hablar muy en especial, espero no ofender a nadie, de los nacos. Según la Real Academia de la lengua española, que se ha vuelto gran amiga mía, la palabra naco, dentro de sus acepciones, significa hombre con mal gusto. Partiendo de este concepto creo que todos podríamos dar ejemplos de nacos, incluso deberían ver la gente que me rodea en este momento, a muchos podría quedarles el saco. El caso es que no me gusta discriminar a la gente pero hay personas que merecen ser señaladas, porque de cualquier forma ellos nos discriminan a nosotros. El problema inicia de forma muy sencilla: ninguno de nosotros acepta que es naco, pero a todos nos lo han dicho alguna vez. Y aquí empieza la lucha del cazador/cazado o en este caso discriminador/discriminado, o siendo más específicos nacos/nonacos; y es que es difícil decir quién es un naco o quién no, pues si se trata del buen gusto no hay cosa más subjetiva… no se qué piensen ustedes pero no me parece que París Hilton tenga buen gusto, pero viste marcas famosas, pero su actitud deja mucho que desear, en fin, para mí ella es una naca. Y ejemplos como ése, miles. Pero los nacos a los que yo me refiero son ese tipo de personas que hablan de forma incorrecta inaceptable, por ejemplo agregando una “s” al final de los verbos como: dijsites, hicistes, fuistes, etc. o que dicen cosas como: haiga en lugar de halla o haya. También están las que se ponen medias con zapatillas abiertas, o falda cuadros con blusa floreada, eso para mí es ser naco. O por ejemplo que los hombres griten en las calles obscenidades a las mujeres que pasan, que muchas veces ni están tan bonitas como para que las estén piropeando, eso es ser naco. Gritar en salas de esperas, o biblioteca eso ser naco. Bailar el chuntaro stile no es naco, emocionarse porque lo están bailando, eso es naquisímo. Decir cosas como: sanguich en lugar de sándwich o suchi cuando es sushi: naco, naco, naco. Y es que muchos se escudan diciendo que vivimos en México y que así se habla el español, pero siento decirles que las cosas deben decirse cómo son, sea en el idioma que sea, pues de ahí parte el respeto a culturas ajenas a la nuestra. O qué tal cuando cambian palabras por otras: naquisimisimisimo, por ejemplo: en lugar de nada decir naranja, o en vez de sí simón, o decir cosas como jefa a su mamá o cosas así. Pero los nacos no son así porque quieran, o tal vez sí, más bien ellos creen que su lenguaje y actitudes son modernas y lo peor es que piensan que se oyen bien. A mí me da mucha risa y a veces hasta los imito o digo cosas así, pero no me va, soy demasiado sofisticada para ser así (fue una bromita, tampoco quiero caerles mal). Podría decir muchas cosas acerca de los que para mí son nacos, pues ellos tendrán a sus propios nacos, sólo que no quiero saber cómo es eso. En fin aquí empieza una serie a la que voy a titular “el mundo naco” en donde voy a contar anécdotas de esas que a todos nos gustan, para reírnos a veces de nosotros y a veces de los demás. No dejen de leerla cada miércoles. Los quiero