♥ ¿Qué ves? ♥ m&a

De-tín-marín…

Los dos eran totalmente diferentes, pero ambos tenían el don de hacerme sentir bien. Uno de ellos olía fresco, pero el otro tenía mucho mejor aspecto. Sinceramente no sabía cual de los dos elegir, y es que a lo dos los quería, me da pena admitirlo, pero yo sentía que elegir uno significaba olvidarme para siempre del otro. No sabía qué hacer, y aunque ya había estado en situaciones similares antes, estaba indecisa. A decir verdad, no soy la única mujer que entra en estos conflictos de tener que elegir entre uno u otro. Dentro de mí, en mi memoria, existía un recuerdo o un aprendizaje, no sé, pero yo ya los había probado a los dos, que vergüenza, pero así es. No quería quedarme sin ninguno de los dos, pero que tal que no me decidía a tiempo y llegaba otra y se los llevaba, perdón pero no me podía dar ese lujo, no todos los días tienes la suerte de poder elegir; aunque es difícil puesto que los dos me gustaban mucho. De verdad estaba indecisa. Los problemas aumentaron en el momento que empecé a utilizar la experiencia y, me acordé que a los dos ya los había tenido tan cerca, claro por separado. Y uno me gustaba más que el otro, eso era seguro, pero también me había hecho mucho daño. Cuando pensaba en éste, el que me había dañado, se me revolvía el estomago, pero yo lo quería. Y cuando pensaba en el otro, por más que le buscaba defectos para no escogerlo, nunca encontré uno, creo que es demasiado perfecto para mí. Pero una voz dentro de mí, un poco molesta por la indecisión, dijo: ¡Ya basta! Y ni modo tuve que elegir, así es que tomé el plato de melón y dejé el de sandía ahí solo y triste. Es que mi cuerpo ya necesitaba comida, moría de hambre y sólo podía comer uno de los dos. ¿Qué pensaron?, ¿Qué tenía que elegir entre dos hombres?... No, ni que tuviera tanta suerte…