Dicen que todo tiempo pasado fue mejor, Dante escribió en La divina Comedia que no hay mayor tristeza que acordarse del tiempo feliz en la miseria y yo digo hoy que todo eso es verdad, por experiencia. Cuando era niña era realmente feliz, no había nada que me entristeciera por más de diez minutos, cuando empecé a crecer las cosas se dificultaron, la inocencia se fue perdiendo, soñar fue cada vez más difícil, y mi corazón fue y es el blanco perfecto para jugar con él, burlarse de él y de paso acabar con él. Mi papá siempre dice una frase que odio, dice: no se puede tener todo en la vida, y de verdad odio que me diga eso, pero es verdad, no puedo tenerlo todo, sólo puedo tener pequeñas cosas, probaditas de vida, de amor, de todo. Yo se que vendrán cosas maravillosas en esta vida, y ojalá superen el pasado; superen el amor, del ahora pasado, la niñez que hace tiempo pasó, y los sueños que cumplí que ahora parecen fáciles, cuando soñaba no se veían así. Ya no soy la de antes, ya no sueño, ya no escribo, ya no creo, ya no espero, no se extrañar, el tiempo pasado se quedó con todo eso. A veces me pregunto en qué convertí, y sí me convertí en una joven exitosa, estudiosa, dedicada, responsable, amistosa, y muchas cosas que no cambio, pero sacrifiqué la que soy, la que sueña, ese era mi pasatiempo favorito, ahora me siento a ver el facebook, me he convertido en investigadora privada, en agente del ocio, en administradora del tiempo libre, ver televisión ocupa la segunda mayor parte de mi tiempo, la otra la escuela, ósea una sin vida total. Esta es la primer y la última vez que diré esto, que por cierto se quedará grabado aquí por no se cuántos años, me enamoré como nunca y ahora sí sé que ese amor es imposible para mí, y cualquiera que se me acerca cae en el error, justamente, de cometer errores, que no puedo perdonar, porque no los amo, además. He perdido la mitad de la que fui, y he ganado a una extraña que no me gusta, y de la que no me puedo deshacer. |